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Cambios en tu cuerpo

Cambios en tu cuerpo
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¿Recuerdas lo que sentías en la adolescencia cuando tu cuerpo estaba cambiando? ¿Cómo las hormonas te invadían y tus emociones estaban descontroladas? Eso es poco comparado con todos los cambios que vivirás a lo largo de tu embarazo.

Las hormonas no solo tienen un impacto físico, también influyen en el estado de ánimo. La carga hormonal intensa, sobre todo en el primer trimestre, te hará sentir por momentos más sensible, irritable y susceptible a llorar con gran facilidad.

¡Tranquila, todo pasará! Pero mientras eso sucede, es importante entender lo que está ocurriendo en tu cuerpo para que puedas vivirlo con la mayor calma posible.

Los primeros cambios desencadenarán síntomas como náuseas, mareos, fatiga, vómito y dolor de cabeza. Estas señales son típicas de los primeros tres meses, pero después suelen disminuir y, en la mayoría de los casos, desaparecen por completo.

Pero hay otros cambios para los que debes estar preparada:

El pelo

Gracias a las hormonas en tu cuerpo, tu pelo crecerá más e incluso puede que su textura y grosor cambien haciéndolo lucir más hermoso, seco o grasoso. El vello de tu cuerpo también crecerá con mayor rapidez.

Ronquidos

Puede ser que nunca hayas roncado al dormir, pero en el embarazo, especialmente en el segundo trimestre, tal vez empieces a hacerlo. La razón es que durante el tiempo de gestación tu nariz produce más moco. El aumento de peso también influye.

Tu piel

Es sumamente sensible a las hormonas del embarazo y, al igual que el pelo, puede sufrir un cambio radical en estos meses, por ello es esencial que la mantengas humectada y siempre uses bloqueador solar.

Uno de los cambios más notorios que suceden en el embarazo es que el color puede tener modificaciones. La razón: las células que se encargan de la pigmentación están más activas.

Un síntoma común es el paño del embarazo o máscara, que se ve como zonas más oscuras en la cara. Las mujeres morenas son más propensas a esto.

Además, puede ser que las partes del cuerpo que de por sí tiene más pigmentación, como los pezones, pecas, cicatrices y la piel alrededor de los genitales, se ponga aún más oscura. Esto también suele suceder en zonas propensas a los roces, como las axilas y la parte interna de los muslos.

Otro cambio que seguro percibirás es la aparición de la linea nigra (línea negra), una marca que atraviesa la panza del ombligo hasta el pubis.

Todas estas alteraciones disminuyen o desaparecen al finalizar el embarazo, aunque algunas se quedan permanentes.

La aparición de estrías es otro de los cambios que tal vez experimentes, sobre todo llegando al tercer trimestre. La piel se está estirando de forma rápida y esto genera que las fibras de colágeno se rompan. Vas a escuchar mil consejos para evitarlas, como untarte cremas y pomadas. Está muy bien que mantengas tu piel hidratada, pero la realidad es que la fuerza de tus fibras de colágeno es genética, así que a quien le toque tener estrías, las tendrá, y a quien no le toque, no las poseerá, independientemente de cuántas cremas use. Lo bueno es que al igual que la pigmentación, las estrías también se desvanecen después del embarazo. De cualquier manera, es importante que tu piel esté bien humectada y que evites las subidas rápidas de peso.

Tus senos

Durante el embarazo los sentirás más firmes y muy sensibles, incluso a veces te llegarán a doler. Lo que pasa es que se están alistando para la lactancia.

A lo largo de los meses aumentarán su tamaño. Los pezones y la areola (la parte café alrededor de tu pezón) también se agrandarán y oscurecerán. Esta última tendrá unas bolitas más marcadas, tipo piel de gallina, que son las aperturas de pequeñas glandulitas que producen un aceite para mantener la zona lubricada para cuando amamantes a tu bebé. Por eso, al bañarte, es recomendable no aplicar jabón en la zona, con agua es suficiente.

Si llegas a experimentar la salida de líquido de tus pezones, no te asustes. Es común que alrededor del tercer mes de embarazo, o en las semanas previas al nacimiento de tu bebé, salga un poco de leche materna.

Tu espalda

Tener dolor en esta parte del cuerpo es común a partir de la mitad del embarazo. Esto puede ser por varias causas: el aumento de peso hace que el centro de gravedad cambie y, conforme el tamaño del abdomen aumenta, es más difícil estirar la espalda. La relaxina, otra hormona que tu cuerpo libera, provoca también dolor de espalda o en el coxis. Estos son algunos consejos para aminorar las molestias:

  • Durante el día muévete, cambia de posición al menos cada media hora.
  • Nadar o estar en una tina con agua calientita puede ayudar.
  • Cambia la posición en la que duermes. Trata de acomodarte acostada del lado izquierdo con una almohada entre tus rodillas. Una tercera almohada debajo de tu brazo puede ayudar a que duermas mejor y a disminuir el dolor.
  • Siéntate en una silla firme y recárgate bien en el respaldo. Puedes poner una almohada pequeña en el arco de tu espalda.
  • Usa un banco para subir las piernas cuando estés sentada.
  • Si estás en el último trimestre, utilizar una faja de embarazo te puede ayudar a cargar el peso extra. Son un tipo de cinturón que se pone debajo de la panza. Ayudan a redistribuir el peso, evitar el cansancio y el dolor.
  • Utiliza zapatos cómodos con una suela de buen soporte.
  • Si el dolor persiste y se incrementa, consulta a tu médico.

El estómago

Del 70% al 85% de las mujeres embarazadas experimenta náuseas y vómito durante el primer trimestre. Es muy común que por las mañanas e incluso en las tardes tengas este malestar que interviene con la rutina del día. Las hormonas generan muchos cambios y el cuerpo reacciona. Por lo general estos malestares desaparecen pasado el primer trimestre, aunque también es normal que duren más tiempo.

Tips para disminuir las náuseas:

  • Come en pequeñas cantidades, pero varias veces al día. El estómago vacío puede incrementar las náuseas. Ten a la mano botanitas nutritivas como cacahuates, almendras y pistaches.
  • Antes de levantarte de la cama, come galletas saladas o pan tostado.
  • Las comidas frías te pueden caer mejor que las calientes.
  • Mantente hidratada. Bebe agua a lo largo del día.
  • Huele limones. ¡Sí! Este olor ayuda a eliminar las náuseas. También puedes agregar rodajas a tu agua.
  • Toma bebidas isotónicas.
  • Toma agua mineral.
  • Evita lugares con malos olores o muy intensos.
  • Duerme y descansa bien.
  • Toma sesiones de acupuntura, hay puntos que disminuyen o eliminan las náuseas.

Otro síntoma común es la acidez estomacal, que puede disminuir si quitas los irritantes de tu comida, como el picante o el exceso de condimentos. Consulta con tu médico qué antiácidos puedes tomar.

Hemorroides

Son venitas que se inflaman en la zona rectal, pueden generar dolor, así como comezón. Son muy incómodas, es común que el aumento de peso, el incremento del tamaño del útero y el estreñimiento las desencadenen.

Pueden estar dentro o fuera del recto; cuando crecen es posible que sangren al momento de ir al baño y hacer esfuerzo.

¿Cómo prevenir que te salgan hemorroides?

  • Evita el estreñimiento: toma mucha agua y come alimentos ricos en fibra como frutas y verduras. Ve al baño cuando lo necesites y procura no hacer demasiado esfuerzo.
  • Trata de no estar sentada demasiado tiempo durante el día. Levántate, mueve las piernas y camina un par de minutos. A veces nuestro trabajo hace que estemos sentadas por horas, pero debes procurar hacer pequeñas pausas para ponerte en movimiento.

Cómo aliviar las hemorroides:

  • Date baños de asiento. Alterna con agua tibia y fría.
  • Ponte compresas de agua fría o hielo.
  • Después de ir al baño, límpiate bien con papel higiénico suave y libre de perfumes. Prueba humedecer el papel, puede ser que te haga sentir mejor.
  • Consulta a tu médico, él puede recetarte alguna pomada que te ayude a disminuir la incomodidad.

Las piernas y los pies

Es común que durante la noche sufras calambres. Tomar tu multivitamínico y comer de forma saludable puede ayudar a disminuirlos.

Otro de los síntomas en piernas y pies es la hinchazón por retención de agua que se da, sobre todo, en el último trimestre del embarazo.

¿Cuándo deberías preocuparte por la hinchazón? Es normal que tengas algo de edema en los tobillos y los pies durante el embarazo. También es posible que presentes una leve hinchazón en las manos.

Llama a tu doctor o partera si notas alguno de los siguientes síntomas, que podrían ser signos de preeclampsia:

  • Hinchazón en la cara.
  • Inflamación alrededor de los ojos.
  • Hinchazón pronunciada en las manos.
  • Hinchazón excesiva o brusca en los pies o tobillos.

La vida es una llama que siempre está ardiendo, pero prende una vez más cada que nace un niño.
George Bernard Shaw

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