Prepárate para un embarazo saludable
Ahora que sabes que estás embarazada es necesario que prepares y cuides tu cuerpo durante los siguientes meses.
Todo lo que hagas por ti repercutirá en la salud de tu pequeñín. Traer al mundo a un bebé sano y feliz será, definitivamente, la mejor recompensa.
Primeros pasos
Es importante que elijas a un ginecólogo de cabecera, porque es quien irá supervisando tu salud a lo largo de los nueve meses, así como el óptimo desarrollo del bebé.
Seguramente, en la primera consulta, tu médico confirmará el embarazo a través de un examen de sangre o una ecografía. También, según los datos que le proporciones (como la fecha de tu último periodo), te dirá cuántas semanas tienes de gestación.
Vitaminas
En ese primer examen prenatal, tu médico te indicará la dosis de ácido fólico que necesitas tomar diariamente, así como las vitaminas que complementarán tu alimentación.
El ácido fólico es necesario para evitar defectos en el desarrollo, tanto del tubo neural como en el cerebro. Las vitaminas y minerales prenatales le darán a tu cuerpo y al de tu bebé, lo que requieren para su desarrollo a lo largo de las 40 semanas.
Hábitos que debes cambiar
Es vital que, apenas confirmes que estás embarazada o incluso solo tengas la sospecha, suspendas el consumo de alcohol y tabaco o cualquier tipo de droga que pueda intervenir en el crecimiento sano de tu bebé.
Cuando acudas con tu doctor, coméntale si ingeriste algo en el periodo en el que ya estabas embarazada, pero aún no lo sabías. También es importante reportarle cualquier otro medicamento que estés tomando, incluso hierbas o tratamientos médicos naturistas, ya que hasta lo más natural puede tener efectos durante el embarazo.
Alimentación, cuidado de la piel y ejercicio
Ahora que estás gestando una nueva vida tendrás que cuidar bien lo que comes, nutrirte, descansar suficiente, hacer ejercicio de bajo impacto —siempre y cuando el médico lo permita— y procurar que todo tu cuerpo esté funcionando de manera ideal.
Trata de comer alimentos a la plancha o hervidos, también muchas frutas y verduras. Para contrarrestar el estreñimiento es importante que incluyas en tu dieta diaria alimentos ricos en fibra, como cereales, ciruelas o incluso un vaso de agua tibia con unas gotas de limón en ayunas. Para evitar la acidez estomacal o reflujo, no te acuestes sino hasta 40 minutos después de haber ingerido alimentos.
Mantén hidratada tu piel con cremas humectantes y utiliza siempre protector solar para evitar que se manche.
Exámenes médicos
A lo largo del embarazo, el doctor te pedirá que te hagas periódicamente algunos exámenes para llevar el control prenatal: peso, tamaño de útero y presión sanguínea, así como el ritmo cardiaco del bebé.
El estudio que más se repetirá será el ultrasonido o ecografía, una prueba sencilla que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del bebé, y a través de la cual tu médico puede ir monitoreando su evolución. Con este, también puede ver la placenta, la cantidad de líquido amniótico y determinar cuándo hay un embarazo gemelar o múltiple.
En la semana doce, tu médico debe realizar una ecografía para detectar alguna posible anomalía como desórdenes genéticos o Síndrome de Down.
Sigue al pie de la letra las indicaciones de tu doctor y mantente tranquila durante la dulce espera. Recuerda que todos los cuidados son para que tu bebé tenga lo mejor de ti.
