Alimentación y actividad física

Para crecer sanos, los niños necesitan una buena alimentación, movimiento, juego y mucho amor.

El amor debe venir de los padres de forma incondicional. Los niños deben crecer sabiendo que pase lo que pase, sus padres siempre los amarán. Hay estudios que demuestran que los niños que no reciben amor crecen más lento que los niños que son abrazados y apapachados.

El juego es inherente a los niños, y es primordial para su crecimiento. Así que darles amor y permitirles jugar son elementos vitales para su sano desarrollo.

Pero el cuerpo también requiere alimento, el combustible para tener la energía suficiente para jugar, para aprender, para correr y desarrollarse. Es muy importante pensar en qué clase de combustible le estamos dando al cuerpo de nuestros hijos.

¿Desayuna fruta, leche y un huevo o un plato de frijoles? ¡Excelente! Le estás dando un buen combustible para que su cerebro arranque el día y pueda concentrarse y aprender en la escuela.

¿Desayuna un refresco y una bolsa de papitas o de galletas compradas en la tiendita de la esquina? A lo mejor a él le encantan, pero estos no son alimentos saludables.

Tu hijo está en desarrollo y necesita nutrientes para crecer fuerte y sano.

Aquí te damos algunas sugerencias de menús para el lunch de tus hijos:

Recuerda que deben de comer de todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, leguminosas, productos de origen animal (pollo, pescado, lácteos, etc.) y cereales como arroz, avena y pan.

• Elige siempre una fruta o una verdura. Piensa en las opciones que no se maltratarán y se mantendrán en buen estado en su lonchera (jícamas, pepinos, zanahorias, uvas, mangos, manzana, gajos de mandarina o naranja, melón, sandía o piña en trocitos), esa es la clave para que sí se las coman.
• Un cereal: un sándwich, una barrita de cereal, un pan dulce (de panadería, no empaquetado), pasta de coditos, medio bolillo.
• Una porción de proteína: si tu hijo consume alimentos de origen animal, puede ser jamón (en rollitos o en su sándwich), queso o salchichas con limón.
  Si no consume productos de origen animal, le puedes mandar cacahuates, almendras, pistaches o palanquetas.
• De preferencia agua simple. Las aguas naturales de sabores (limón, jamaica, o de frutas) pueden ser otra alternativa, pero evita a toda costa los refrescos y jugos que contengan mucha azúcar.

En cuanto al movimiento, ¡permite que tu hijo corra y juegue! Los fines de semana puedes llevarlo a algún parque o salir a andar en bici. Entre semana también es importante que tenga alguna actividad física, ya sea en la escuela, en tu casa o en algún deportivo. Si le enseñas desde chico a cuidar su cuerpo, a moverse y a sentirse bien consigo mismo, en su adolescencia tendrá menos probabilidad de caer en el consumo de alcohol o drogas.

Hay que empezar con los buenos hábitos desde que son pequeños y construir en casa una cultura de la salud.