Amor y rivalidad entre hermanos
Agosto, 2018
Cuando formamos una familia y decidimos tener más de un hijo, siempre deseamos que nuestros hijos sean amigos, compañeros de juego y de vida. Sin embargo, las cosas no siempre resultan como las imaginamos. Los celos y la rivalidad son parte de los retos que nos toca vivir a todos los que tenemos hermanos.
Si pensamos en nuestra propia historia con nuestros hermanos, seguro todos tendremos anécdotas o eventos que nos dejaron marcados para bien y para mal. Si fuimos la única mujer en casa con varios hermanos hombres, si éramos el mayor y eso nos trajo un lugar con privilegios, pero también con obligaciones, o si fuimos el pilón y los hermanos nos llevaban muchos años.
¿Cómo hacer para que los hermanos sean amigos y no rivales?
Los niños sienten naturalmente el deseo profundo de tener el amor de sus padres en exclusiva.
Pero, como padres, podemos tomar acciones para ayudar a que nuestros hijos se conviertan en buenos hermanos:
- No compares a tus hijos. Cada hijo es único y tiene características propias en las que sobresale. Procura exaltar las virtudes de cada uno en su momento. Que sepan que son especiales, que son únicos y que tienen virtudes y fortalezas que como padres vemos y valoramos.
- No escojas a un hijo como favorito o como tu aliado en la familia, eso generará una mala dinámica para todos, incluso el favorito puede tener una carga emocional pesada por tener un lugar privilegiado.
- No tomes partido en sus conflictos, escúchalos y trata de que sean ellos los que se den cuenta de su participación dentro del problema. Reconoce y apláudeles cuando se estén llevando bien “me encanta ver lo bien que pueden jugar juntos”, “me da mucho gusto que hayan logrado ponerse de acuerdo”.
- Sin golpes. Regla básica de convivencia: pueden discutir, enojarse, pero nunca pegarse.
- Permite que tus hijos aprendan a pasar ratos a solas. El saber estar con ellos mismos, el poder jugar con sus juguetes y su mundo de fantasía, les permitirá poder tener espacios libres de conflicto. A veces es necesario tomar distancia para valorar los momentos que pasan juntos.
- Fomenta el juego entre ellos.
- Si tienes un hijo que es muy competitivo, enséñale en qué situaciones puede buscar destacar. La familia no es el espacio para competir, sino el entorno en donde se fomente el trabajo en equipo.
- Promueve entre ellos el ser cariñosos, los buenos tratos, los abrazos, y cuando haya conflictos, el pedir disculpas, reparar la falta y darse un beso o un abrazo.
- Enséñales a ser unidos, a protegerse, a cuidarse, a quererse y a compartir.