Ser papás en el siglo XXI

Ser padres en el siglo XXI es un nuevo reto. Las circunstancias son muy distintas a las que les tocaron a nuestros papás. Vivimos en la era de la tecnología y de las redes sociales, si bien tiene grandes beneficios, también plantea nuevos retos. Debemos estar enterados y al pendiente de la información y las interacciones que tienen nuestros hijos.

Somos una generación activa, creativa y participativa. Los roles de mamás y papás son cada vez menos marcados y ahora se comparte mucho más la crianza de los hijos.

Ser mamá y papá en el siglo XXI implica compromiso, ganas de disfrutar a los hijos, y también la responsabilidad de acompañarlos por los nuevos caminos que la vida les presenta. Los papás de hoy buscamos escuchar a nuestros hijos y comprenderlos, por lo que a veces se vuelve complicado poner límites y dar estructura.

Te presentamos 7 conceptos que debes tener presentes si eres papá o mamá:

• Los primeros 7 años de un niño determinarán su personalidad y le darán las herramientas básicas para enfrentar la vida. Es por esto que debes poner mucha atención en la educación durante esta etapa. El saber los cuidados que debes de tener, los límites que necesita y cómo entablar un buen canal de comunicación, son ejes primordiales para darle a nuestros hijos buenas bases. Pero lo esencial, siempre estará en el amor incondicional que le des a tu hijo desde el primer momento.
• El amor, el apego, las caricias desde las primeras horas de nacido, van construyendo en el bebé la sensación de vivir protegido. Mientras un bebé se sienta amado y cuidado, podrá ir explorando el mundo y desarrollando su cerebro. Un bebé debe de tener un ambiente estimulante que le permita tener nuevas experiencias a través de los sentidos (texturas, sonidos, olores, colores, etc.). Está comprobado que, para el óptimo desarrollo del cerebro, se requiere amor y contacto. Las muestras de amor y cariño, los abrazos y los apapachos, son esenciales.
• Entre los 12 y los 24 meses, el bebé empieza a caminar y a hablar. Durante esta etapa, es necesario acompañarlo, vigilarlo, pero también permitir que descubra el mundo y explore su alrededor. Como padre, debes dejar que se separe un poco y regrese, para ir fomentando su independencia y que, poco a poco, deje atrás su etapa como bebé, para convertirse en niño.
• La etapa de preescolar es emocionante para todos. Verás a tus hijos desarrollando habilidades semana tras semana, hacer sus primeros trazos, aprender a vestirse, ir al baño, guardar sus juguetes, etc. Todo esto requiere de tu apoyo y tu guía. Sé paciente, aprender tantas cosas toma tiempo. Disfruta y celebra sus logros, lo motivarás a seguir adelante.
• Los límites le dan estructura al niño. Sabe qué sí y qué no se vale, hasta dónde puede llegar y a dónde ya no.
• La rutina durante su vida escolar le ayudará a predecir qué es lo que viene y estar preparado. No importa la edad de tu hijo, a todas las edades puedes estructurar rutinas que lo ayuden a organizarse, a optimizar sus tiempos y a disfrutar sus espacios.
• No hay que mentirle a nuestros hijos. Desde que son bebés es importante que te relaciones con honestidad. ¿A qué nos referimos? Los padres a veces dicen pequeñas mentiras para evitar llantos o enojos de parte de los niños. Por ejemplo: la mamá que se desaparece para ir a trabajar mientras la abuela juega con el bebé. Lo ideal, es que la mamá que se va a trabajar siempre se despida, y le explique a su bebé (no importa la edad) que ella regresará. Cuando acostumbramos a nuestros hijos a la verdad, les damos seguridad, no hay mentiras ni engaños. Sabemos que hay temas de adultos que es mejor que no escuchen pues podría ser angustiante, como hablarle de alguna infidelidad o un evento violento. Pero en el caso de las salidas, o de si hay un familiar enfermo o alguien murió, siempre se les debe de hablar con la verdad, tratando de buscar la forma y las palabras adecuadas a su edad y capacidad de comprensión.