¿Cómo hablar con los hijos sobre temas difíciles?

Conforme nuestros hijos crecen, las pláticas se transforman y nos acercamos cada vez más a temas que nos pueden parecer difíciles o complicados de hablar. Como papás, debemos informarnos. La realidad es que no podemos saber de todos los temas, pero lo que sí podemos, es tener la mejor actitud para resolver las dudas de nuestros hijos.

Muchas veces ellos temen preguntar porque saben que son temas delicados, pero si tu hijo ya llegó a secundaria y nunca has hablado con él o ella sobre los cambios en su cuerpo, las relaciones sexuales o las drogas, muy probablemente algún amigo o amiga ya lo hizo. Así que apresúrate y busca el lugar y el espacio para ser tú el que participe de forma activa en la educación sexual de tu adolescente. Seguro tienes consejos y vivencias que compartir.

Hay temas mucho más complejos como la depresión o el suicidio. Son temas delicados. No eres el experto, y no te preocupes por serlo. A tu hijo lo que le va a servir es saber que puede expresar sus dudas, sus inquietudes o sus temores contigo.

Vivimos en un mundo acelerado, hoy en día todos nos enfrentamos a realidades que cambian de forma continua, a cosas sorprendentes e inesperadas, buenas y malas. Si como familia estamos unidos, si buscamos nuestros tiempos para compartir y para escucharnos, estos temas serán menos difíciles de tratar. Escuchar un noticiero, ver una película, una serie de televisión, una telenovela, enterarnos de que un vecino consume drogas, que una amiga de nuestra hija quedó embarazada, o que se inicia la guerra en un país, puede ser una oportunidad para poder compartir y reflexionar con nuestros hijos sobre temas complejos. Aprovéchalas.

Y recuerda, nadie espera que los papás y las mamás tengan todas las respuestas, lo más importante es tu apertura y disposición para escuchar. Se vale decir “no sé mucho sobre ese tema, pero déjame investigar y mañana lo platicamos”. Lo importante es que sí investigues y sí lo platiques. Si es necesario, busca ayuda de especialistas o de algún buen maestro en la escuela de tu hijo.

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