Dale la vuelta a la crisis de la mediana edad

Entre los 40 y 50 años podemos experimentar una sensación de pérdida de la juventud e incertidumbre con respecto al futuro. Pensamos, con mayor persistencia, respecto a nuestra mortalidad, pues nos sentimos más cerca del final.

No por nada, a esta etapa de sensaciones y pensamientos que pueden generar angustia y confusión, se le llama “crisis de la mediana edad”: una fase de cuestionamiento personal que ocurre después de haber recorrido casi la mitad de nuestra expectativa de vida.

No solo es la preocupación por la muerte, también es la idea de que queda poco tiempo para realizar todo lo que no se ha hecho, la nostalgia por el pasado, la añoranza de la juventud, el reclamo por no haber logrado más, la preocupación a causa del futuro laboral y la posible falta de oportunidades de crecimiento. Se trata de la época en la que se busca con más empeño el significado y sentido de la vida.

Sin embargo, este momento no tiene por qué vivirse con angustia. Llegar hasta aquí también significa alcanzar un estado de madurez, un entendimiento importante de la vida, así como adquirir la sabiduría necesaria para reconocer errores del pasado y oportunidades del futuro.

Es un periodo ideal para hacer balance entre lo que se ha hecho y lo que aún falta por llevar a cabo, reevaluar los sueños que quedaron de lado y trabajar por realizar aquellos que cuadran con nuestra realidad, pero sin frustrarnos por los que no son posibles. Es importante evitar las expectativas irreales, valorar lo que se ha alcanzado y reconocer que en esta etapa de madurez, sin duda, ya somos dueños de nosotros mismos.

Estos son algunos consejos para darle la vuelta a la crisis de la mediana edad:

• Mantén un equilibrio entre el trabajo y la familia, recuerda que ambos son importantes. De pronto la rutina puede ser tan absorbente que quita perspectiva de lo que es realmente valioso. Balancear tu tiempo te permitirá darle la atención necesaria a cada aspecto y evitará que pequeños problemas pierdan dimensión.
• Si tienes hijos, muestra curiosidad por sus intereses e involúcrate en sus actividades, esto te ayudará a lograr una relación más cercana con ellos. Tal vez están atravesando la adolescencia, un periodo en el que naturalmente buscarán espacio e independencia. Interesarte de manera activa en sus gustos y experiencias evitará que tus hijos se alejen de más.
• Planea con tu pareja experiencias nuevas que enriquezcan su vida cotidiana. Es común que, ante las dudas y cuestionamientos de la mediana edad, la relación en pareja pueda atravesar algunos baches. ¡Esquívalos con comunicación y atención!
• Plantéate metas laborales y trabaja para alcanzarlas, los retos te mantendrán animado. Algunas personas que atraviesan la crisis de la mediana edad sienten un impulso por dejarlo todo en busca de nuevos horizontes. No es necesario empezar de cero después de haber construido una carrera.