DEPORTES

Pequeños campeones

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Realizar algún deporte tiene beneficios más allá de la salud física, los cuales nos hacen ver y sentir mejor. Algunos estudios demuestran que la práctica deportiva nos ayuda a ser más felices ya que liberamos endorfinas y dopamina,las cuales crean en nuestro organismo una sensación de bienestar. De ahí la importancia de animar a los niños a practicarlo desde pequeños. Hoy día, cuando nuestros hijos dedican tantas horas a ver la tele, a jugar con videojuegos, a navegar por internet, aficionarlos a los deportes es la mejor vacuna contra el sedentarismo.

¿Qué beneficios aporta el deporte?
Una actividad deportiva continua fomenta el desarrollo integral del niño: mejora las habilidades motoras gruesas y finas, aumenta su fuerza, resistencia, equilibrio, coordinación, elasticidad. Favorece la capacidad cerebral, aumenta la autoestima, ayuda a regular sus emociones y mejora su habilidad de integración y de sociabilización. Además de un sinfín de beneficios para su salud que se verán reflejados en su vida adulta.

¿Cómo practicarlo?
Hacer deporte siempre debe plantearse como una actividad lúdica, libre de presiones y competitividad. Para que los niños se aficionen de verdad, primero deben disfrutar hacerlo y pasarla bien. El esfuerzo debe ir en relación con las capacidades del niño.

¿Qué deporte es el adecuado?
Todos los deportes aeróbicos, o sea, aquellos en los que no hay que perder el aliento o contener la respiración, y los que fomentan un desarrollo global, tanto en coordinación, capacidad respiratoria y equilibrio, son los más recomendables. También es mejor si se practican al aire libre. Natación, atletismo, gimnasia, ciclismo y fútbol son solo algunos ejemplos de deportes óptimos. Recuerda que la elección del deporte siempre debe basarse en el deseo del niño y no en el de los padres.

¿Hay contraindicaciones?
Solo estarían desaconsejados los deportes muy peligrosos, como la escalada; los que requieran utilizar una fuerza excesiva, como ejercicios con pesas o que desarrollen más un lado del cuerpo que el otro, squash o tenis.

¿Es mejor jugar en equipo?
Sí, aprenden a trabajar con otros, crean lazos de compañerismo y comparten éxitos y responsabilidades. Los deportes que se practican en solitario ayudan a desarrollar la tenacidad y la superación, lo cual también es recomendable a estas edades. Sin embargo, la convivencia con más niños siempre será muy enriquecedora.

¿Debemos permitirle los deportes arriesgados?
De acuerdo a la habilidad de tu hijo y a su capacidad de ser responsable, es que puedes decidir qué actividades puede realizar y cuáles no. En cualquier caso, siempre debes supervisar las condiciones en las que practica un deporte. Por ejemplo, aunque el esquí o la equitación pueden suponer riegos, se consideran seguros si se toman precauciones: instructores expertos, equipo adecuado, instalaciones en buen estado, etc. Si tienes dudas, quizá puedes convencerlo de que espere hasta que tengan 11 o 12 años para probarlo.

¿Cuánto tiempo dedicarle?
No es preciso poner límites. El propio organismo regula la cantidad de ejercicio que necesita. Lo recomendable es un mínimo de tres o cuatro horas semanales (por la tarde o los fines de semana), pero deja que el niño decida hasta dónde llegar.

¿Qué pasa si tu hijo no quiere hacer deporte?
Siempre puedes animarlo, pero sin presiones. El ejemplo familiar es fundamental, será difícil convencerlo de lo divertido que es el ejercicio si nosotros no lo practicamos. A veces los padres pretendemos que nuestro hijo haga lo que nosotros no pudimos y eso es un error. Hay que dejarlo elegir y no hacer del deporte una obligación.

¿Y si se transforma en una obsesión?
No pasa nada, salvo que detectemos signos alarmantes: no dedica tiempo a cosas indispensables como comer, hacer los deberes o descansar, y el tema crea conflictos con sus amigos o la familia. Actúa oportunamente y ofrécele alternativas que desvíen su atención hacia otros entretenimientos.

¿Cómo prevenir lesiones?
El calzado es importantísimo. Los niños deben usar las zapatillas adecuadas al deporte en cuestión. También deben hacer estiramientos musculares y calentamiento previos a realizar cualquier actividad. Asegúrate de revisar que el lugar en donde realiza el deporte cuente con personal capacitado, material adecuado e instalaciones idóneas.

¿Y si tu hijo no es constante?
Es normal que tu hijo quiera apuntarse a distintas actividades y después las vaya dejando. Es un proceso de descubrimiento en el que sucesivamente encontrará el deporte que se adapte a sus gustos y características físicas y psicológicas. Es él quien debe escoger, no tú. Ten paciencia y apertura.

¿Qué hacer si no es bueno o coordinado?
A los que el deporte se les da mal o temen que sus compañeros se rían por su torpeza o aspecto, hay que enseñarles a aceptarse y fomentar en ellos la superación, sin forzar ni criticar. Para que los que están pasados de peso se animen a hacer ejercicio, lo mejor es acompañarlos, ayudarlos a descubrir qué les gusta y repetirles lo bien que hacen algunas cosas para reforzar su seguridad y confianza en sí mismos. Recuerda que siempre hay alternativas que podemos hacer en casa si no se sienten cómodos estando en grupo.

Además del ejercicio es importante la alimentación, conoce más en Kilotón Jr.


Todo el mundo tiene el fuego,
pero sólo los campeones saben cómo encender la chispa
Amit Ray

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