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Familia y trabajo: ¿Cómo mantener el balance?

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El trabajo es el medio por el cual satisfacemos nuestras necesidades, mediante la ejecución de tareas físicas y mentales, con el objetivo de producir bienes o servicios. También es una forma de adquirir cualidades humanas y transmitirlas a los demás. Pero más importante, trabajar también nos dignifica y contribuye a nuestra felicidad y realización personal.

Balance entre la familia y el trabajo

Casi todas las mujeres viven en un conflicto para mantener un balance entre su vida familiar y laboral. La razón es muy sencilla: los mejores años de la mujer en el ámbito profesional, coinciden con los mejores para la maternidad, que según los expertos, están entre los 25 y los 40 años. La edad en que la fertilidad de la mujer empieza a declinar es a los 27 años. Ser madre soltera y trabajadora no significa tener que sacrificar cosas, descuidar alguna actividad más que otra o renunciar a alguna de ellas. Como mamá soltera, lograr este equilibrio es posible e indispensable. Aunque el trabajo es necesario para la sobrevivencia de la familia, siempre debe estar subordinado a la familia, y no viceversa.

Pautas para lograr el balance

Con tu familia

  • Realiza una lista donde indiques el tiempo que le dedicas a cada actividad: trabajo, traslado, familia, reuniones sociales, etc. Identifica tus actividades, clasifica las que más tiempo te quitan y elimina de tu lista las labores que no sean indispensables.
  • Establece un tiempo fijo para convivencia familiar. Puede ser el viernes en la tarde o los fines de semana. Respeta ese tiempo y considéralo como una promesa irrompible.
  • Involúcrate en las actividades de tu hijo. Si sabes que le gusta dibujar, exprésale lo mucho que te agradan sus pinturas y de vez en cuando siéntate con él o ella a pintar cualquier cosa.
  • Aprovecha cada momento. A la hora del desayuno, siéntate con tu hijo y platica con él; demuéstrale que te interesas por sus actividades del día. Si es un bebé, puede disfrutar de tu compañía si le cantas o le hablas. Si llegas en la noche y aún no se ha dormido, lee un cuento o pregúntale sobre su día, fomentarás su imaginación y los acercará más.
  • Al dejarlo al cuidado de otra persona o en la escuela, procura saber qué actividades tiene tu hijo, o bien, organiza su horario, así se mantendrá ocupado, se sentirá útil y no pensará que lo has dejado.
  • Inclúyelo en las labores del hogar. Asígnale pequeñas tareas que vayan de acuerdo a su edad, como guardar sus juguetes y doblar su ropa. Lo verán como un juego y disfrutarán ayudarte.

En el trabajo

  1. Respeta tus horarios. Aunque a veces surjan juntas muy temprano o se alargue el día de trabajo, trata en la medida de lo posible cumplir con tus horas. No te exijas de más.
  2. Llega a acuerdos con tu jefe y compañeros. Si tu hijo se enferma y debes ir por él a la escuela, si hay algún festival o necesita de ti, platica con ellos para que sepan tu condición y te permitan atender tus actividades de madre.
  3. Comparte con tu familia tus logros. Cuéntale a tus hijos lo que estás haciendo, se sentirán orgullosos de ti y comprenderán por qué a veces pasas un poco más de tiempo en el trabajo.
  4. Si te encuentras laborando o de viaje, llámales por teléfono tantas veces puedas. Hazles sentir que, aunque estás lejos de ellos, los tienes presentes en todo momento.
  5. Evita llevar trabajo a casa, recuerda que una vez que estés con tus hijos, el tiempo es solo para ellos, disfruta su presencia y compañía. Durante el trayecto a casa, relájate y olvídate de los problemas laborales.
  6. Crea redes de apoyo, pueden ser las mamás de los compañeros de tu hijo. Te apoyarán a recogerlo cuando a ti se te complique o te surja algún imprevisto en el trabajo.

Finanzas personales

Tal vez antes de quedarte a cargo de tu hijo o hija, estabas acostumbrada a otro tipo de vida. Ahora, por más que tratas de estirar el gasto, parece que nunca alcanza. Por la tanto, es importante que manejes bien tus finanzas personales. ¿Cuáles son tus ingresos?, ¿cuáles son tus gastos fijos y variables?; ¿cuentas con un presupuesto mensual?, ¿qué hay de los gastos hormiga?, ¿tienes deudas que pagar, o bien alguien te debe dinero?

  • Realiza un presupuesto mensual y anual. Esto te ayudará a controlar tus finanzas de manera que no gastes más del dinero que recibes.
  • Si tu sueldo es muy apretado. Considera tener un trabajo alternativo en donde puedas obtener ingresos extras. Si eres buena realizando algo manual, de cocina, o te gusta el trato con las personas, considera vender algún producto.
  • Sigue preparándote y refuerza tus estudios, te ayudará a encontrar mejores oportunidades de trabajo. Infórmate, existen algunas asociaciones que ofrecen becas de estudios especialmente diseñadas para madres solteras.
  • Protege tu vida y la de tus hijos. Los seguros implican un gasto extra mensual, pero te pueden ayudar en caso de surgir alguna emergencia, por lo que es recomendable que estés asegurada tanto tú como tus hijos en temas de salud, vida y patrimonio. En este ámbito, también es muy importante realizar tu testamento y tenerlo actualizado para decidir qué pasará con tus bienes, quién cuidará de tus hijos y administrará su patrimonio.
  • Planea a futuro. Tener un fondo de emergencia, empezar a ahorrar para los estudios de tus hijos y tu retiro te harán sentir más tranquila. Muchas veces dejamos el ahorro al último, pero la organización de nuestros ingresos debe ser al revés. Primero separa el dinero que se irá a estos fondos y a partir de eso decide cómo gastar tu dinero.
  • Aprende a decir no. Como madres siempre queremos darle lo mejor a nuestros hijos y complacerlos, pero es importante que pongas límites y que tus hijos aprendan a valorar lo que tienen. Prioriza tus gastos y no adquieras deudas innecesarias.

Ten la seguridad de que, aunque estás viviendo sola, sin la presencia del padre de tus hijos ni su apoyo económico, con un trabajo de tiempo completo, construyendo la educación de tus hijos y tratando de ordenar tu vida, la maternidad sin pareja puede tener significados insospechados que puedes convertir en oportunidades de triunfo en tu vida. Olvídate de culpas y busca realizarte como madre y profesional. La vida se trata de disfrutar y no de sacrificios. Tú eres una mujer fuerte, valiente y capaz de salir adelante con tus hijos, de brindarles lo mejor y lo que esté en tus posibilidades. Nunca te compares, cada mujer y familia tiene condiciones distintas. Cuando tú eres feliz, eso será lo que le transmitirás a tus hijos.

Define el éxito con tus propios términos, consíguelo con tus propias reglas y construye una vida de la que estés orgullosa
Anne Sweeney

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