Consumo consciente
Un consumidor responsable conoce sus derechos y se guía por criterios sociales y medioambientales para contribuir a un entorno favorable para todos, y garantizar el menor impacto posible en el medio ambiente, contribuir a mejorar la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.
Sus principios son: consumir menos y lo más sostenible y solidario posible e interiorizar su parte de responsabilidad como persona individual a la hora de cuidar y mejorar el entorno.
Consumo consciente significa cuestionarse al comprar qué es prescindible y qué no, qué tanto impacta el producto y envase al medio ambiente o si la empresa que lo produce respeta los derechos humanos y los principios de justicia social.
Por lo anterior, el consumidor, debe contar con la mayor información posible antes de comprar: de dónde viene el producto, quién lo fabrica, materias primas, el aspecto ecológico de aquello que compramos y otros miles de pequeños detalles que cada cliente puede analizar antes adquirir un producto.
Preguntas básicas de un consumidor consciente.
- ¿En realidad lo necesito o solo es un deseo?
- ¿Con qué presentación genero menos residuos?
- ¿Está hecho de materiales reciclables?
- ¿Cómo voy a desechar los residuos que genera mi compra?
- ¿Qué información hay sobre el producto? ¿De dónde viene, quién y cómo lo hizo?
El poder de nuestras elecciones
Si vemos una compra como un acto aislado, podemos pensar que tiene poca o ninguna repercusión a nivel global, pero todo lo que hacemos se acumula y lo que dejamos de hacer se convierte en un ahorro considerable, por eso siempre vale la pena elegir lo que sabemos que es mejor, para nosotros, los demás y nuestro planeta.