Recordar a quien se nos fue

Parte esencial de la elaboración del duelo es poder recordar y sentir cerca a esa persona que se nos fue.

A pesar de la tristeza, a pesar de lo incomprensible que pueda parecernos el evento; al final tendremos que aceptar que físicamente esa persona ya no está con nosotros, pero las vivencias que compartimos, las anécdotas, el cariño recíproco, todo eso sigue siendo parte nuestra. Una persona no muere por completo hasta que la última persona que la recuerda muera. Y considerando esto, podemos integrar el recuerdo de esa persona a nuestra vida.

¿Qué formas tenemos para sentirlos presentes?

Recuerda sus enseñanzas: a lo mejor murió tu abuela que fue quien te inculcó el gusto por la cocina y que cocinaba unos frijoles exquisitos. ¡Ese legado vive en ti! Cada vez que cocines, puedes sentir cerca a tu abuela, recordarla y agradecer lo que te dejó. Por lo general cuando algún familiar muere, podemos recordarlo por algo que era típico en ellos, algo que siempre nos decían…. Por ejemplo: un tío que siempre decía refranes o que tenía una frase muy particular.

Hay familiares que nos dejan grandes aprendizajes, su forma de ver la vida, su alegría, su pasión por el trabajo, su amor por la familia. Seguro hay algo de gran valor que te dejó. Eso hará que lo recuerdes.

Hay parientes que nos dejaron una gran huella porque compartimos etapas de la vida, vivimos en la misma casa, viajamos juntos, trabajamos juntos o porque nos enseñaron algo por primera vez. Tu tío que te enseñó a andar en bici, tu tía que te enseñó a bailar salsa, el abuelo que te hablaba de la Revolución y que logró que te interesaras en la historia de tu país, tu mamá o papá que te enseñaron todas las tradiciones sobre las posadas y la Navidad que se acostumbran en tu familia y que son parte de lo que los ha unido por varias generaciones.

Date cuenta como hay muchos detalles en los que podemos seguir sintiendo la presencia de los que ya no están. Habrá momentos en que quieras hablarles o escribirles una carta y platicar cómo va tu vida y pensar que en donde quiera que se encuentre su alma, la estará recibiendo. Además de esto, el tener fotos, guardar el regalito especial que nos hizo esa persona, platicar de lo vivido con amigos y familiares, prenderle una vela, sembrar una planta en su nombre, son formas de tenerlo presente.