Ponte en el lugar de los demás

Empatiza

“La empatía es el punto de inicio para crear una comunidad y pasar a la acción. Es la base para crear el cambio”

Max Carver

Un verdadero líder tiene una buena relación con sus colaboradores, tanto laboral como personal, y es capaz de entender o aceptar su mundo, así como sus situaciones particulares. Sabe cómo solicitarles que hagan las cosas, así como la mejor forma de motivarlos y reconocerlos. Una habilidad que es muy útil para conseguir todo eso, es la empatía.

Recomendaciones para desarrollarla:

1. Entender y aceptar que cada quién es único - Cada uno de nosotros somos irrepetibles, la persona en la que nos convertimos está formada por:

a) Temperamento: con el que nacimos - más o menos emocionales, más o menos activos, y con facilidad o no para dejar ir nuestras vivencias, buenas o malas.

b) Carácter: que indica como hemos ido moldeando nuestro temperamento con ayuda de nuestra voluntad.

c) Condiciones de vida: la familia donde nacimos, el número que ocupamos dentro de ella, la colonia donde crecimos, nuestro nivel socioeconómico, la escuela a donde asistimos, nuestros maestros y amigos, etc.

d) Interpretación: la forma particular en que cada uno de nosotros le da significado a todo lo que ocurre en la vida.

Por lo tanto, necesitamos aceptar que nuestros colaboradores ven y experimentan la vida de forma distinta a nosotros.

2. Conocer a la persona: Por lo anterior, es recomendable observarlos y comunicarnos con ellos para saber su historia de vida, de dónde vienen y qué los mueve. Hablar sobre su familia, qué les gusta o no. Conocer quiénes son en realidad te dará información valiosa para saber cómo dirigirnos a ellos, distribuirles el trabajo, corregirlos, etcétera; también da la pauta para que ellos nos entiendan y estén dispuestos a apoyarnos.

3. Conocer sus sueños – Ser líderes incluye conocer las aspiraciones de nuestros colaboradores; qué los motiva y lo que sueñan alcanzar. Obviamente esto no se les pregunta estilo entrevista, va saliendo casualmente en las conversaciones, esto es muy útil para entender por qué se levantan todos los días, por qué trabajan con nosotros, y cómo eso les ayuda a conseguir lo que anhelan, si notan que nos interesamos en ellos, nos considerarán sus aliados.

4. Ponerse en el lugar del otro – Cada quien interpreta en forma diferente lo que experimenta y la perspectiva de los demás es tan válida como la nuestra. Tratar de entender cómo se sienten otros respecto a una situación y qué emociones están experimentando, nos permitirá ser más comprensivos para tener tacto al momento de tratarlos. En situaciones claves, es relevante preguntarnos cómo se sienten nuestros colaboradores.

5. Apoyar incondicionalmente – Ser líder es una posición de servicio en la que nos encargamos de que nuestros colaboradores tengan todos los elementos que necesiten para alcanzar las metas, ya sean tangibles (herramientas como una computadora, un escritorio), o intangibles (consejos, conocimientos, motivación, comprensión), por eso debemos observarlos para descubrir qué necesitan de nosotros.

6. Notar y comprender cómo se sienten – Cuando ya conocemos bien a nuestros colaboradores, identificamos sus emociones y pensamientos sin que ellos nos lo tengan que decir, casi como si leyéramos su mente, aún así, siempre vale la pena tocar base con ellos, confirmar si lo que creemos es verdaderamente lo que sienten.

7. Estar al pendiente de ellos – Preguntas tan sencillas como “¿qué tal están tus hijos?”, “¿ya compraste tu carro?”, “¿cómo sigue tu esposa?”, demuestran interés genuino por nuestros colaboradores, detalles como recordar sus cumpleaños y fechas importantes les permitirán sentirse valorados por un líder que los ve, más que como empleados, como personas valiosas.

8. Promover la empatía. Entender a nuestros colaboradores les da un ejemplo para que sean compasivos y empáticos entre ellos: si alguno está pasando por un mal momento, podemos hacérselo notar a los demás, o si alguien va empezando, podemos recordarles a los más experimentados cómo se sentían ellos en esa situación para que sean más pacientes. Un ambiente de empatía convertirá a nuestro equipo en una familia.

9. Hablar las cosas – Las suposiciones crean malos entendidos, por lo que los líderes debemos hablar incluso los temas más difíciles o delicados, sin dar nada por supuesto, esto le dará a nuestros colaboradores un sentido de claridad y dirección, pero sobre todo, les brindará la confianza para poder expresarse libremente.

10. Explicar decisiones – Como líderes empáticos, debemos recordar que mientras más claro tengan las personas el porqué están haciendo las cosas, será más fácil que se comprometan. Por esto es importante que les expliquemos la dirección en la que vamos y aquello que hemos decidido, sobre todo, cuando sea algo que los involucre. Esto también les permitirá aprender a tomar decisiones relativas al negocio, y los preparará para crecer laboralmente.

11. Brindar apoyo emocional – Habrá momentos en que nuestros colaboradores estén pasando por una situación compleja, y eso los afecte emocionalmente, cuando así sea, conviene sacar nuestro lado más humano, ser comprensivos, escucharlos y permitirles que se desahoguen. En todo caso, si no sabemos cómo reaccionar o manejar las emociones de los otros (tristeza, llanto, enojo), lo ideal es simplemente escuchar y estar presentes.

12. Identificar las señales no verbales – Habrá veces que a los colaboradores les dará pena decirnos algo, o expresar lo que verdaderamente piensan, por lo que una recomendación para desarrollar la empatía es observar lo que dicen con sus gestos, ojos, manos y tono de voz. Por ejemplo, si alguien dice que está feliz pero notamos que su sonrisa es forzada o rígida, podemos seguir indagando, en busca de signos de incomodidad, procurando ganar su confianza.

EJERCICIOS

1

Proponte platicar con tus compañeros de área y conoce lo que es más importante para ellos: su familia, sus sueños y planes de crecimiento.

2

Cada vez que estés platicando con una persona, imagina cómo se siente y pide que te confirme. Por ejemplo: mientras me platicas de esto, ¿cómo te sientes?, ¿estás cansado? ¿qué piensas de esta situación?, etc. Verás cómo cada vez vas mejorando esta habilidad.

3

Comparte con tus colaboradores lo que es valioso para ti, que sepan tus sueños y exprésales por qué agradeces trabajar con ellos.

4

Cuando alguien de tu equipo esté pasando por un mal momento, ofrécele tu apoyo incondicional y motiva a los demás a sentir empatía por esa persona.

5

Invita a tu equipo a platicar y a conocerse entre ellos, a expresar qué les gusta, qué les molesta, cómo prefieren ser tratados. Esto les dará grandes herramientas para la empatía.

6

Identifica a la persona más empática de tu equipo, y platica con ella sobre cómo desarrolló esa cualidad y en qué piensa para ponerse en el lugar de los demás.

DINÁMICA

Te recomendamos realizarla antes de iniciar las actividades del día cuando tu equipo de trabajo esté reunido.

  • De uno en uno (incluyéndote a ti) vayan respondiendo una de las siguientes preguntas (pueden hacer rondas de una o varias preguntas por día).
  • ¿Qué es lo que más te divierte? ¿Cómo expresas preocupación? ¿Cómo te gusta que te digan? ¿Qué te levanta el ánimo cuando estás triste? ¿Cuál ha sido tu momento más difícil?
  • Al terminar la ronda, puedes enriquecer lo que se compartió con las siguientes preguntas:
    ¿Alguien quiere comentar algo?
    ¿Alguien se identificó con lo que contaron?
    ¿Cómo se sienten?
    ¿Algo que quieran compartir?
  • Agradéceles que hayan participado y si alguien quiere agregar algo, permíteselo

¿Quién es la persona más empática de tu equipo?

VIDEO

La empatía es natural a las personas y cuando actuamos movidos por ella, podemos hacer una gran diferencia como lo muestra el siguiente video:

LIBROS RECOMENDADOS

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