¿Te has puesto a pensar cómo somos tan cuidadosos de salir de casa hasta estar bañados?

Incluso ponemos mucha más atención en lo que comemos y en hacer ejercicio para ayudar a desintoxicar nuestro cuerpo. Pero, ¿y nuestra mente?, ¿esa cuando la limpiamos?

---

Desde que nos levantamos, estamos pensando en los pendientes. Vamos en el transporte y nuestra mente va criticando a todos los que tenemos alrededor, o bien, va quejándose, pero al mismo tiempo escucha el radio, lee los espectaculares, entre otras cosas.

Llegamos al trabajo y sin soltar nada de información, empezamos un día laboral donde nuestra mente está en el trabajo pero también en los problemas familiares, en algunas inquietudes económicas y en todo lo que hay que resolver. Ah, pero si esto fuera poco, todavía antes de dormir seguimos repasando cosas de nuestra mente loca.

Y no te rías, pero incluso, algunos sueñan con el trabajo o con los problemas de la vida cotidiana.

¡Pobre mente! Este ciclo vicioso nos provoca confusión, cansancio, pero sobre todo la NO PRESENCIA. Nuestro cuerpo estará en algún lado, pero nuestra mente anda bailando en una feria de pensamientos, que además, en su mayoría, son negativos porque son puras preocupaciones.

¿Cómo educamos nuestra mente?

1. Enfócate en los pensamientos positivos. Te darás cuenta que tenemos una tendencia a prestar atención al drama y a los pensamientos catastrofistas. Cambia de switch, obsérvate y cuando eso pase, enfócate en algo que te cause alegría y bienestar, como la sonrisa de tu hijo.
2. Regálate 10 minutos en la mañana para simplemente concentrarte en tu respiración. Siéntate con la espalda recta, en una silla o en el piso, cierra los ojos y enfócate en tu respiración, en como entra y sale el aire. La respiración te lleva a ti mismo y ayuda al cuerpo a desintoxicarse.
3. Descansa. Apaga el celular una hora antes de irte a dormir y aléjalo de ti, no lo dejes en la mesa de al lado de la cama. No te acuestes viendo la tele, ya que te quedarás con todas esas imágenes en el inconsciente. Prepara a tu mente para descansar, haz tu rutina de limpieza, apaga las luces, agradece el día vivido, sonríe y ahora sí, cierra los ojos y descansa.
4. Cambia el café por un delicioso y aromático té; pero además disfrútalo, huélelo y tómalo en pequeños sorbos. Es como un pequeño alto a tu mente, concéntrate solo en ese delicioso té.
5. Evita los vampiros energéticos. Esa persona que siempre habla mal y se queja de todo, lo único que hace es intoxicar tu mente, o incluso la persona que solo te cuenta sus problemas. Evítalos, cuando menos hasta que tu mente esté lista para no quedarse con esos pensamientos. Y si eres tú la persona vampira, pues a cambiar hábitos. Recuerda que lo que te “choca, te checa”, es decir, lo mal que ves en otras personas o situaciones es una proyección de algo que es tuyo. ¿Qué miedo verdad?, así que mejor por hábito, evita decir algo de alguien si no es positivo, verás que poco a poco esa mente traviesa se irá educando.

Cuando nuestra mente está en paz, nuestro nivel de tolerancia es mayor, desarrollamos la intuición, nos sentimos con mayor libertad, bienestar interior y lo más importante, le dejamos espacio a la mente para lo realmente vital: nuestros planes de vida.

#SociosEnArmonía

Te puede interesar