La cotidianidad significa realizar nuestras actividades de forma rutinaria y repetitiva. Aunque es nuestra voluntad cumplir al cien por ciento lo que nos corresponde, en algún punto parecería que el tiempo para concluirlas no es suficiente.

El no terminar con todo el trabajo y dejar pendientes, no significa que seamos malos en lo que hacemos, es una situación normal, la cual es atravesada por la mayoría de las personas. En este artículo ofrecemos alternativas para organizarnos mejor.

---

Es un hecho que nadie nace sabiendo organizarse. El orden de cómo, cuándo y cuánto tiempo invertimos en realizar tareas, dice mucho de nuestra forma de laborar pero también indica rasgos específicos acerca de la manera en que razonamos. Sin embargo aprender a administrarse es un reto. Se debe entender que organizar el tiempo no es una meta sino la herramienta para alcanzarla.

Para ello es importante seguir cinco pasos.

1. Piensa solo lo necesario

   Si prestamos atención, nos daremos cuenta que al realizar una tarea, nuestra mente trabaja de más. Esto a la vez implica un desgaste energético importante, pues en la mayoría de los casos, solemos enfocarnos en ideas sin relación alguna con lo que hacemos. Es necesario mantenerse enfocado en el aquí y ahora para dar el resultado que buscamos.

2. Realiza notas sobre las ideas que lleguen a tu mente

   Esta herramienta te permitirá liberarte de distracciones. Como resultado, obtendrás la paz necesaria para nuevas ideas. Esto te asegurará que no olvides algo importante. Además esta magnífica herramienta te ayudará a desarrollar tu creatividad para descubrir cosas que quizá no habías advertido.

3. Divide tus notas de acuerdo al grado de importancia

   Prioriza. Como recomendación, empezar con los proyectos o pendientes más complejos puede ser una buena opción, si tiene fecha de entrega y esta no es cercana, puedes avanzar poco a poco sin descuidar tus otras prioridades. Del mismo modo ubicar las tareas más sencillas puede ayudarte a liberar tu carga de trabajo.

4. Planifica

   Analiza todas tus tareas y establece fechas, así como el tiempo para invertir en ellas. Este punto es muy importante, pues concluirlas o no depende absolutamente de ti. Recuerda que el contrato en primera instancia, es contigo.

5. Toma acción

   Es la última y contundente etapa. Una vez organizados, poner el plan en marcha hasta que todo fluya naturalmente. Aquí darás los resultados esperados, por lo cual dedicarle todo tu empeño, con una actitud positiva a tus proyectos demostrará cuánto lo valoras. Eso es un reflejo de quién eres.

Somos seres integrales. Mientras la mente trabaja, nuestras emociones se activan. Es importante entender que la organización laboral es mental, emocional y fisiológica. Apapacha a tu cuerpo y encuentra el equilibrio para estar en armonía contigo y tu entorno.

Consulta estos libros relacionados en tu Biblioteca Socio.

¡Ya disponible en Latinoamérica!

Inicia sesión con tu número de Socio y fecha de nacimiento
(02051980). En México también podrás entrar con tu Firma Azteca.

#SociosEnArmonía

Te puede interesar