Decir “soy saludable” implica una serie de cuestiones que abarcan muchas cosas, las cuales dependen de diversos factores. Es verdad que “estar sano” puede llegar a ser algo ambiguo, sin embargo, es un hecho que hay personas que se enferman con mayor frecuencia que otras.

Si eres de las primeras, te preguntarás por qué, ya que tomar medicinas constantemente o estar convaleciente resulta frustrante. Eso tiene solución, aquí te contamos cómo.

Con seguridad conoces a alguien que, no importa qué haga, cuando llega a padecer alguna enfermedad, sea como sea, parece que tiene que "batirse a duelo con ella". En ocasiones, la razón se encuentra en la naturaleza de cada persona, es decir, en la genética, cuestión sobre la cual no se puede hacer gran cosa. Pero muchas otras veces, son las costumbres las que determinan tanto la frecuencia de los achaques, como la gravedad de los mismos.

Si crees que hay algo en tu rutina que esté afectando tu salud, echa un ojo a los hábitos que suelen tener las personas que casi nunca se enferman, y que a continuación te presentamos. Por lo general, solo se trata de cambiar pequeñas cosas.

Duermen bien
Repetitivo o no, el sueño es fundamental para la vida de cualquier ser. Imagina que tu celular, con el que pasas todo el día, se queda sin batería. Es lógico que necesites cargarlo para que encienda nuevamente.

Así sucede con nosotros. Gastamos energía que necesita ser repuesta, pues de lo contrario nuestro cuerpo se ve obligado a utilizar sus reservas y, sin ellas, el sistema inmunológico queda desprotegido y con las puertas abiertas para dar entrada a cualquier agente externo.

¡Y qué decir del descanso mental y emocional! Es importante pensar en nuestro organismo y su bienestar, dale ese espacio, él te lo agradecerá.
Jugaron con mugre
Esta característica puede parecer graciosa, no obstante, es tan cierta que realmente hace la diferencia. ¿Recuerdas si de pequeño tus padres se preocupaban en exceso porque no te ensuciaras o estuvieras en contacto con la tierra o con el piso? O por el contrario, ¿te revolcabas en ella o incluso llegaste a comerla? Si te detienes un momento a pensarlo, entenderás por qué cualquier cosa te hace daño o no.

Un estudio realizado por la Universidad Northwestern descubrió que niños de cero a diez años que están en contacto con agentes externos, suelen desarrollar más anticuerpos y por lo tanto crecen con mayor resistencia a microorganismos presentes en el día a día.

La pregunta sería entonces; ¿de qué forma podemos darle a nuestros hijos sistemas inmunológicos fuertes sin vivir con la angustia de que algo les haga daño? Especialistas aconsejan, por supuesto, no servirse un plato de tierra para el desayuno, pero sí considerar: "No poner tanto énfasis en la higiene. Encontrar un punto medio sano entre la esterilización y la mugre".

Este aspecto puede que en tu persona no tenga mayor relevancia, pero si lo tomas en cuenta, puedes hacerlo con tus hijos. Ten por seguro que les garantizarás una mejor calidad de vida.
Comen a sus horas
Lo peor que una persona puede hacer es saltarse las comidas. Ayunar por más de cinco horas es perjudicial para el organismo. Uno pensaría que mientras menos se come más delgado se mantiene.

Todo lo contrario; ingerir alimentos más veces al día es mejor, siempre y cuando sean saludables. ¿Por qué? La ingesta frecuente de comida, en principio, nos mantiene nutridos y con energía. Además, garantiza que el metabolismo esté en constante actividad y sin riesgo de presentar síntomas de estreñimiento, obesidad o deshidratación.
Se ejercitan
Practicar deporte, hace que el organismo produzca anticuerpos, que las células blancas de la sangre circulen más rápido y así reduzcan la liberación de hormonas relacionadas con el estrés, mismas que pueden incrementar la aparición de enfermedades.
Comparten con sus amigos
Los seres humanos, por naturaleza, somos sociales y necesitamos convivir, así es como nos desenvolvemos. En este sentido, está comprobado que cultivar amistades es un método mediante el cual las mujeres manejan el estrés (principal causa de diversos padecimientos).
Piensan en positivo
Es un hecho que la mente no está separada del cuerpo. Estamos conformados por un sistema que funciona de manera integral. Así, nuestros pensamientos provocan respuestas bioquímicas que se ven reflejadas en nuestros órganos y viceversa, un efecto de acción-reacción.

Según lo anterior, es pertinente advertir que uno de los aspectos que distinguen a las personas que no se enferman es su actitud positiva; su capacidad para ver el lado bueno de las cosas, que a la vez corrobora cómo las creencias encausan la forma en que respondemos a nivel físico y emocional.

Dicho comportamiento se refleja en la disminución de la presión arterial, efectos del estrés, y por tanto previene enfermedades del corazón, así como otros padecimientos.

En conclusión, es una realidad que las actitudes positivas generan bienestar y las negativas lo impiden, dependiendo de los estímulos que cada uno genera.

Para terminar, te invitamos a que te mantengas en contacto con la naturaleza. Respirar aire fresco o caminar en exteriores trae grandes beneficios. Recuerda que la mejor forma de asimilar las vitaminas, esenciales para tener energía, es a través de la luz del sol. ¿Qué opinas, te animas a ser saludable?

¿Qué hábitos crees que hacen más daño?
¿Qué harías para cambiarlos?
¿Qué necesitarías para lograrlo?

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