
¿Sabías que el 70% de las renuncias son causadas por malas relaciones en el ámbito laboral?
Se ha comprobado que la convivencia en el trabajo es uno de los factores más importantes en la vida de cualquier persona. ¿Te imaginas por qué? Se trata de uno de los espacios donde pasamos la mayor parte del tiempo. La estancia en este sitio, invariablemente, determinará nuestro ánimo.
Sobre la productividad en las empresas, Henry Ford, fundador de Ford Motor Company, afirmó lo siguiente: "Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso; trabajar juntos es el éxito". Como directivo de su compañía, estaba convencido de que un buen ambiente laboral es garantía de productividad y éxito.
Pero, ¿cómo darnos cuenta? Una de las claves se encuentra en la relación jefe-empleado, construir un vínculo positivo entre el líder y cada integrante del equipo solo puedetraer ventajas. No obstante, en la cotidianidad esto tiende a perderse, lo que da como consecuencia que también se reduzca la armonía y bienestar en el grupo.
Como resultado, se comienza a respirar ausencia de colaboración y falta de comunicación; ingredientes que, al cocinarse durante cierto tiempo, crean un platillo de desmotivación, improductividad y hasta dimisión.
Pero no nos preocupemos, pues lo principal es ubicar el problema, y lo siguiente sería hacer algo al respecto. Con dicho propósito, seas empleado o jefe, te compartimos algunas claves que ayudarán a que el ambiente sea más cálido, positivo y beneficioso no solo para ti, sino para los que te rodean.
- Comunicación efectiva.
De nada sirve que ambas partes se comuniquen si ninguno está indispuesto escuchar. La falta de comunicación afecta de ida y vuelta. Para cualquier relación, aprender a escuchar es el camino hacia el éxito.
El jefe debe asegurarse que el equipo tenga bien definidos sus objetivos y funciones. Gran parte de los factores que afectan el ambiente laboral radican en la falta de comunicación. El diálogo y la confianza deben darse de manera mutua.
El jefe, así como se expresa, también debe saber escuchar y ser receptivo hacia aquello que los miembros de su equipo quieran compartir. Este aspecto marcará la diferencia, tanto en la forma en que los integrantes se relacionen, como en el funcionamiento y cumplimiento de los objetivos.
- Practica la empatía.
Para que un diálogo se lleve a cabo, se necesitan dos personas. Y si se quiere que sea exitoso, es importante que ambos busquen entender el pensar y sentir del otro. Para lograrlo, lo mejor es ponerse en el lugar de la persona que se tiene enfrente.
Cuando hay empatía se abre ese espacio donde puedes compartir cualquier inquietud que tengas. Lo peor que puedes hacer es no comprender que lo que afecte a alguien en tu círculo laboral merece ser considerado, ya seas jefe o trabajador.
- Confía en tu equipo
Fomentar la creatividad o dar un voto de confianza, es una de las mejores estrategias para que el trabajo salga bien. La seguridad que tanto un jefe como un empleado, pueden transmitirse, provoca que inmediatamente tanto uno como el otro, tengan la certeza que los resultados serán buenos. Es una forma de motivar, siempre y cuando haya honestidad y respeto.
- ¿Barreras? Con medida
Muchas personas tienen la idea de que la distancia entre jefe y subordinado beneficia las funciones de ambos. Esto no podría ser más falso. Aunque tampoco es sano que la relación entre ellos sea tan estrecha, la cercanía puede ser beneficiosa en la medida que el trabajador pueda ver a su jefe como una persona a la cual pueda consultar.
A su vez, el líder puede tener la libertad de compartir con su equipo si se encuentra enfermo, sin que esto represente que llegue a sentirse frágil o vulnerable ante ellos. Lo anterior ayuda a organizar encuentros fuera del ámbito laboral, pues convivir en otro espacio reduce la tensión y abre la puerta de la confianza.
- Motívalos con frases
Es impresionante el poder que tienen los buenos comentarios. La energía es tan positiva y alentadora, que si no tuviste la mejor mañana, una expresión puede cambiarte el día. Bien dicen que los pequeños detalles hacen la diferencia. Como ejemplo te compartimos tres frases para mantener un ambiente positivo y motivador.
- "Buen trabajo". Son las palabras del reconocimiento, necesarias para todas las personas. Saber que hiciste algo bien, sin excepción, conduce a querer hacerlo otra vez.
- "Muchas gracias". Agradecer siempre será un incentivo para hacer mejor las cosas. Decir gracias nunca sobra, y por el contrario, trae muchas ventajas.
- "Buenos días". Saludar por la mañana hace que los demás se sientan tomados en cuenta; que él o ellos, son considerados por esa persona. Un “buen día” puede cambiar la perspectiva.
Como ves, la forma en que nos relacionemos en el trabajo es fundamental para la productividad y éxito de la empresa. A veces no basta hacer el trabajo porque seamos capaces, si nuestro clima laboral es tóxico.
Pongamos de nuestra parte para que todos nos sintamos mejor y hagamos con más gusto y motivación nuestras funciones. No olvides que un gran compañero de trabajo es sinónimo del mejor aliado.
¿Cómo es la relación con tu jefe/empleado?
¿Qué te gustaría mejorar en tu ambiente laboral?
¿Hay alguna situación que quieras compartirnos?
Consulta los libros relacionados con el artículo en tu Biblioteca Socio.

El jefe que no contaba chistes y el empleado que nunca se reía

Buen jefe, mal jefe

The Valueholder
Inicia sesión con tu número de Socio y Firma Socio
Próximamente se habilitará la Biblioteca Socio para Latinoamérica.
#SociosEnArmonía
Te puede interesar