Dejamos todo en la cancha, pensamos en grande y tratamos de superarnos en cada jugada.
Jugamos en equipo, con solidaridad y amistad. Trabajamos juntos para conseguir todos nuestros objetivos.
Siempre respetamos a los jugadores, árbitros y organizadores, así como las reglas del juego.
Somos honestos, seguimos nuestros principios y actuamos de forma correcta para poner en alto el nombre del deporte y el de nuestro equipo.
Reconocemos nuestras debilidades, siempre buscamos mejorar y aprendemos de nuestros errores. Utilizamos nuestras virtudes a favor del equipo.
Ser parte de un equipo nos hace sentir orgullosos. Tenemos la camiseta bien puesta, somos fieles a nuestros colores y los defendemos hasta el final.
Siempre ponemos la convivencia por encima de la competencia.
Tomamos la derrota como un aprendizaje, asumimos nuestra responsabilidad y reconocemos el triunfo de nuestro adversario.