¿Quién no disfruta las comilonas de fin de año? Los últimos meses suelen ser los más abundantes si de alimentos hablamos. Esta etapa comienza alrededor de septiembre con las inevitables garnachas, pozole y dulces nacionales.

Como buenos latinos, nos gusta festejar, por lo que encontrar motivos para hacerlo suele ser sencillo. Indudablemente, los festejos buscan demostrar entre otras cosas, abundancia; alegría, cariño, gritos de euforia, y comida hay para todos.

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Sin embargo, a veces pasamos por alto que la ingesta de alimentos, sobre todo durante ese periodo, incrementa con el tiempo. Es decir, comenzamos en septiembre, para octubre ya estamos con pan de muerto, golosinas y demás.

Al llegar diciembre, las maravillosas posadas y comidas de navidad así como de año nuevo vuelven a deleitar nuestro paladar y cuando menos lo notamos, nuestras prendas favoritas comienzan a apretarnos. En ese momento solemos pensar "no debí comer tanto".

Por esa razón queremos compartirte algunos consejos para evitar esas culpas antes de que sea tarde, mantenerte saludable, de forma que cuando tengas las viandas enfrente, puedas comer con toda tranquilidad, gusto y sin remordimiento.

Evita precipitar comilonas
Si sabemos que probablemente incrementaremos la cantidad de comida que consumimos, lo más prudente sería hacer conciencia de eso y preparar a nuestro cuerpo. Intenta que tu dieta, hasta esos días, sea lo más normal posible, sin excederte.

Mantén distancia de las dietas milagro
Si bien lo mejor es cuidarnos antes de esas fechas, muchas veces para ver efectos inmediatos solemos recorrer a las dietas milagro, que en ocasiones más que ayudarnos pueden contribuir al aumento de peso posterior.

¿Por qué? Este tipo de regímenes son estrictos y estresan al organismo. Con ellos no aprendemos a comer sino que muchas veces limitamos al cuerpo y en consecuencia nos provocamos ansiedad así como un deseo acumulado de comer. Al final, restringir al cuerpo así, hará lo que en un principio evitábamos: comer de más.

Procura hacer todas tus comidas
Este punto es importante en la medida que mantengas hábitos saludables alimenticios relacionados con los horarios de comida. Tomarte el tiempo para comer a distintas horas del día tus porciones y nutrientes, evitará que llegues al evento con ganas de darle un bocado hasta a la vajilla. A esto puede añadirse que cuando hacemos ayunos prolongados y tenemos mucho apetito, los alimentos que solemos ingerir suelen ser los más grasos y calóricos.

Toma suficiente agua
Qué mejor momento para escoger un bonito cilindro y llevarlo contigo a todas partes. El agua es una maravilla para saciar la sed, hidratar al organismo y la mejor aliada para cuando nos sintamos tentados a comer todo lo que veamos. Beber la cantidad suficiente ayuda a la digestión y genera sensación de saciedad, lo que ayudará a controlarnos cuando lleguemos a esos eventos de fin de año.

Estos consejos pueden complementarse con el hábito de hacer ejercicio de menos veinte minutos al día. Esto nos ayudará a mantenernos en forma, dormir mejor, evitar la ansiedad y reducir el estrés, el cual suele ser un gran compañero del cansancio y la mala alimentación.

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