En Chile, Estados Unidos y otros países, se han reportado intoxicaciones por el mal uso de estos.
Evita mezclar los productos para desinfectar frutas y verduras, ya que al combinarlos se produce una reacción química que genera vapores tóxicos.
Para el uso seguro y eficiente de productos antisépticos y desinfectantes, se deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
Oxida la materia orgánica rápidamente. Nunca lo utilices directamente en la piel, únicamente en las superficies del ambiente que vas a desinfectar. Si entras en contacto directo con él, lava inmediatamente; no lo dejes secar en tu piel.
Antes de usarlo como sanitizador, dilúyelo a una concentración del 3% (una tapita de cloro en 1 litro de agua), hazlo en áreas bien ventiladas y evita respirar los vapores que desprenden. Lo puedes aplicar con un trapo o utilizando un atomizador. No lo expongas al sol.
Se trata de un solvente (desnaturaliza proteínas y disuelve grasas), también es deshidratante. Puedes usarlo al 70%, frotándote con él las manos, pero no los ojos, boca o nariz.
Una limitación es que no mata esporas, así que antes de usarlo deberás lavar tus manos muy bien con agua y jabón. Puedes usarlo al 70% para sanitizar superficies con un atomizador. Mantén el recipiente debidamente cerrado para evitar que se evapore e inhales los vapores.
Es para utilizarse solamente en las manos, pero no cumple su función de antiséptico si tus manos están sucias. Lávalas antes con agua y jabón.
La efectividad del gel radica en la fricción, así que cuando lo uses, talla muy bien tus manos, y no lo uses para sanitizar superficies.
Generalmente contienen amoniaco que mata hongos, virus y bacterias, para limpieza de pisos, paredes, acero inoxidable y plásticos.
Al tener contacto con piel y mucosas, se debe lavar con abundante agua. Úsalo en áreas bien ventiladas. No los expongas a la luz y mantenlos en recipientes bien cerrados.
Mucha gente usa el vinagre como desinfectante, pero no es tan bueno para ello, a menos que lo mezcles con agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) al 3%. Esta combinación puede resultar, pero no es 100% efectiva para matar virus y bacterias.
Su compuesto principal es el ácido acético, el cual genera vapores tóxicos, así que manéjalo en áreas bien ventiladas y lava tus manos si acaso entras en contacto con él. No debe mezclarse con cloro.
Contiene alcohol etílico y amoniaco. Provoca moderada irritación ocular. No rociar en los ojos, piel o ropa. Lavarse abundantemente con agua y jabón después de manipular el producto y antes de comer, beber, mascar chicle o fumar.
La exposición repetida o prolongada puede causar deshidratación, sequedad y dermatitis. Los síntomas provocan enrojecimiento, edema, sequedad y agrietamiento de la piel.
Los efectos por sobreexposición se manifiestan a través de dolor de cabeza, vértigo, cansancio, náuseas y vómitos. No exageres en su uso. Espera 5 minutos antes de tocar las superficies o de entrar al cuarto en el que lo rociaste.
Sencillos pasos para una limpieza efectiva. ¡Ponlos en práctica!
Una medida de prevención y cuidado. Conoce cómo utilizarlo.
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