Hablar de salud mental hoy en día es un tema de gran relevancia porque a pesar de ser vital en la vida de las personas, ha pasado desapercibida, sobre todo, en el caso de las mujeres. Una de las afectaciones más comunes en la salud mental es la depresión y los datos arrojan que las mujeres tienden a deprimirse más que los hombres.
En México, la depresión ocupa el cuarto lugar entre las cinco principales causas de años perdidos en la vida de las mujeres mexicanas y puede convertirse en un problema de salud grave, causando afectaciones en las actividades laborales y familiares, y en los peores casos, la depresión puede causar suicidio.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la depresión es una enfermedad caracterizada por sentimientos de tristeza, desesperanza o culpabilidad, pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutamos, cambios en el apetito, disminución de la concentración, inquietud, indecisión, aumento o falta de sueño e incapacidad para llevar a cabo actividades cotidianas.
Pero entonces ¿por qué las mujeres suelen deprimirse más que los hombres? Para contestar esta pregunta hay que tomar en cuenta la condición de desigualdad que existe entre hombres y mujeres, esta desigualdad tiene que ver con el valor de los roles que se nos asignan desde que nacemos de acuerdo con nuestro sexo.
Es decir, cuando una persona nace con vulva, se le asigna el género femenino y la sociedad en general se encarga de enseñar cómo debe comportarse una mujer. Desde trabajar en tareas del hogar, ser recatada, sensible o la supuesta obligación de ser una mamá cariñosa, hasta exigencias como rasurarse el vello, maquillarse o mantenerse en forma, pueden llegar a ser imposiciones que afectan el libre desarrollo hasta el punto de reprimir y causar depresión, ansiedad y problemas de autoestima.
Es importante aclarar que maquillarse o rasurarse no es algo que esté mal, lo que estaría mal sería imponerlo puesto que esta debe ser una decisión personal. Esta posición derivada de la desigualdad de género tiene como consecuencia que las mujeres puedan padecer la violencia de distintas maneras, ocasionando a su vez afectaciones en la salud mental.
Un ejemplo es el estereotipo de que las mujeres son más sumisas, delicadas y con menos estabilidad mental que los hombres. Estos estigmas tienen la capacidad de convertirse en violencia, pueden pasar desde el acoso sexual laboral o callejero, violencia de pareja o familiar, causando en las mujeres estrés, ansiedad y depresión que muchas veces no se detectan y por lo tanto no se trabajan.
Aunado a esto, hay factores que empeoran estos síntomas como la pobreza, el racismo, la migración, entre otros. Por ejemplo, una mujer que escapa a otro país por razones de violencia es más propensa a sufrir ansiedad, depresión e incluso estrés postraumático por estar reviviendo los episodios donde la violentaron, además de la incertidumbre que provoca estar en otro país, sin una ciudadanía o un estatus migratorio acorde.
Lo cierto también es que no hay una sola respuesta a cómo lidiar con todos estos síntomas que afectan el bienestar emocional de las mujeres porque en la mayoría de los casos no depende de la persona que lo padece, siendo la sociedad la que determina estas condiciones en que nos desarrollamos.
En Grupo Salinas, el bienestar de todas las personas que forman parte es primordial. Esto incluye la salud de mental de nuestras colaboradoras, por lo que se tienen diversos servicios a tu alcance para atenderlas. Te invitamos a reflexionar sobre la importancia de la salud mental y que, si necesitas ayuda, puedas confiar en Grupo Salinas.
Para contactar a la Unidad de Género sobre este y otros temas, escribe a: unidaddegenero@gruposalinas.com.mx
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